Si la abolladura es pequeña, puede frotarla con el cuello de una botella de vidrio. Esto en realidad no "saca" el golpe sino mas bien lo extiende a un área mayor para que no se "sienta" al medir. Venden cilindros de vidrio sólido especialmente diseñados para esto, pero con cualquier objeto de vidrio (cenicero, vaso, medida de licor, etc.) se puede realizar el trabajo.
Para realmente "sacar" la abolladura, tiene que ser de adentro hacia afuera. Si la abolladura es pequeña, póngale una gota de agua, permita que la madera lo absorba y deje reposar el taco de un día para otro. El agua suaviza la madera y puede que el golpe salga sólo.
Si la abolladura es mediana, coloque varias capas de papel toalla (o gasa) sobre la abolladura y sosténgalas con una liga de hule. Moje el papel con varias gotas de agua y déjelo reposar de un día para otro. De esta manera el agua penetra más antes de evaporarse, lo que permite que la madera regrese lentamente a su forma original.
Si la abolladura es grande, o si los métodos anteriormente descritos no funcionan, trate lo siguiente: Cubra con papel aluminio el cuello de una tetera metálica y ábrale un pequeño orificio con un alfiler. Con un gotero moje la abolladura y espere hasta que la madera absorba el agua. Caliente la tetera ha sta hervir y permita que el vapor contacte la abolladura. El vapor calienta el agua que ha sido "chupada" por la madera lo que causa una presión de adentro hacia afuera solucionando el problema.
Con la colaboración de Víctor Maduro.
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